Finaliza el proyecto Islas del Atlántico Medio. Canarias plataforma de generación y difusión de la atlanticidad, vinculado al IATEXT

Mercredi, 9 juin, 2021

Finalizado el proyecto: Islas del Atlántico Medio. Canarias plataforma de generación y difusión de la atlanticidad, vinculado al IATEX, con IP: Juan Manuel Santana Pérez y con investigadores del Instituto como María Teresa Cáceres, Miguel Suárez Bosa, Ana Ruth Vidal y miembro del equipo Daniel Castillo Hidalgo.

Conclusiones

La ubicación en el Atlántico medio fue determinante es su evolución histórica y conectó la Península Ibérica, África y el Caribe. Algunas estaban en las rutas para viajar a América y otras en el camino de retorno de Asia. El océano las condiciona, lo envuelve todo, es difícil calificarlas como africanas o europeas, la atlanticidad es su principal seña identificativa. Se configuró una identidad diferenciada, con rasgos comunes y otros particulares.

Fueron referentes estratégicos, primero volcadas hacia África y, más tarde, hacia América y Asia. Las diferencias de construcción económica entre archipiélagos fueron relativamente pequeñas al inicio, pero se fueron acentuando, dando lugar a especificidades propias, de explotación depredadora a otra productora. Las islas quedaron en una dinámica comercial supeditada a intereses de las metrópolis, aunque no integradas en un mercado ibérico, sino con capacidad de envío de mercancías a los principales centros comerciales de Europa, la costa africana e Indias.

El esfuerzo repoblador fue importante, con resultados positivos en las islas de mayor interés estratégico o económico; el resto permanecieron deshabitadas o semidespobladas durante centurias. Se repartieron tierras para fijar población, tratando de reproducir la agricultura y ganadería europea junto con plantas de alto rendimiento como caña de azúcar. Las condiciones climáticas hicieron imposible la reproducción del modelo peninsular en Cabo Verde e islas del Golfo de Guinea, con cultivos africanos y americanos. Además, otorgaron privilegios mercantiles y reducción fiscal, aunque más tarde, consolidados los colonos, se impusieron restricciones para proteger intereses europeos.

Implementaron una agricultura especializada, con tendencia al monocultivo, en una economía internacionalizada. Apenas contó con mejoras

tecnológicas para incrementar la productividad, el aumento solo se podía lograr reforzando el número de agricultores y tierras sembradas. Debido a la dependencia climática, las sequías se convirtieron en elementos determinantes en la historia de la Macaronesia, con hambre, emigración y tensión social. En este conjunto, el agua fue privatizada, hubo luchas por su posesión, al igual que por la tierra. La gran propiedad se fue consolidando, con procesos de concentración, vinculación y amortización. Esclavitud y medianería fueron las relaciones de producción mayoritarias, aunque los pequeños propietarios también encontraron hueco.

Pasaron a tener un papel importante en la primera mundialización, escalas en el tráfico comercial del Atlántico medio, convertidas en formaciones periféricas o semiperiféricas en el nuevo modelo mundial y la primera división internacional del trabajo a nivel planetario. Se conformaron como “puertas oceánicas” que se han abierto o cerrado según las coyunturas y en función del origen y dirección puertos fueron la llave, entraban mercancías, personas y cultura, el lugar más destacado e importante donde establecieron su residencia los grupos dominantes.

Por su posición geográfica y por su momento de integración en las Coronas ibéricas fueron áreas fronterizas desde la ocupación inicial y en la Edad Moderna ante las políticas imperiales, emplazamientos destacados en el comercio atlántico, en medio del comercio triangular.